Por unas horas de la noche de Lunes Santo, el centro histórico de Villanueva del Arzobispo se convirtió en las calles, esquinas y rincones de Jerusalén, siendo vida, pasión, muerte y resurección de Jesús.
Apresado en Jose Bueno, escuchando los gritos de su madre y María Magdalena en San Andrés, las dudas de Pedro, la lucha de Juan, el perdón de Judas, las burlas romanas y el mirar a otro lado de Pilatos en la casa Parroquia, el poder de Caifas y la pesada carga de la cruz en la Puerta Umbría para morir y resucitar en Santa Ana y en cada paso, cada lamento, Villanueva del Arzobispo y sus gentes que desbordaron todas las expectativas y siguieron cada una de las escenas con el corazón encogido y agradecidos de ver como Villanueva vuelve a reivindicar la Pasión en la calle y marcar la diferencia con una representación única en nuestra provincia.
Y todo no es más que el reflejo de un pueblo unido que ayuda, no sería posible sin la AMV que pone la música y da luz a los silencios. Sin el trabajo de Ayuntamiento y Policia Local, sin el Prendimiento, Nazareno, Santo Entierro y Expiración que nos lo han dado todo.
Sin el apoyo de cada vecino, sin el respeto de cada espectador, aunque a algunos les cuesta vivir una hora sin móvil.
No sería sin un grupo excepcional de actores Villanovenses, sin ese romano Gallego que nos da la fe del camino....
Así fue, por ellos fue y así seguiremos, así es nuestro pueblo y sus gentes, vida que crea vida...