El pasado fin de Semana Sonia Anaya y su academia nos ofrecieron dos jornadas donde el Baile que tanto aman ella y sus niñas se fundió con verso, pintura y talento, el de los muchos que pasaron por el escenario del Regio y dejaron su impronta en forma de sensaciones para un público entregado y que acompañó de gran manera estas dos jornadas.
Un viernes cargado de nervios y donde el arte y el buen hacer de muchos solventaron los problemas técnicos y un sábado perfecto donde se vio y vivió el espectáculo preparado en su máximo esplendor, coronado con una emotiva ovación a Sonia y un hasta pronto, las tablas del Regio esperan.