Felipe Herreros ante su trabajo
Las obras de la Parroquia de San Andrés han servido, además de para recimentar un templo que corría peligro y que ahora se levanta fuerte y unido, para que la mayoría de su contenido, capillas, retablos y altares hayan sido restaurados y ofrezcan una nueva visión de la riqueza artística de nuestra querida Parroquia.
Es el caso del retablo del Nazareno, de época barroca y que ha restaurado como licenciado en bellas artes el maestro villanovense Felipe Herreros.
Un trabajo intenso e interesante que pone en valor un retablo de gran belleza y que nos descubre nuevas pistas sobre un periodo artístico de gran valor en nuestra localidad.
Estado Inicial
Desmonte
Asi fue el proceso:
El domingo 24 de Septiembre, se dieron a conocer los trabajos de reensamble y consolidación, realizados en el retablo del Nazareno, de la parroquia de San Andrés.
Con motivo de la recimentacion del templo, fue necesario la retirada de varios retablos en enero de 2015. Tras los oportunos permisos de cultura y el obispado se procedió a desmontar el retablo del Nazareno, de época barroca. Constatándose el grave estado de conservación del mismo y la amenaza inminente de ruina.
El retablo presentaba gran cúmulo de lastre sobre si, derivado del picado del muro de fondo, que estaba presionando y alterando su verticalidad. Acumulación de suciedad, desplome derivado del disgregamiento del primitivo encofrado de arena y adobes que le servía de apoyo. Hornacinas de baja calidad y estabilidad y un repinte y barnizado en general que oculta su verdadera policromía.
Consolidación por inyección e impregnación
Limpieza
Con esta evidencia se decide no montarlo, hasta poder consolidar y reconstruir todo el soporte.
Antes de reensamblar, se procedió a inyectar resina consolidante en la madera, limpiar mediante hisopo toda su superficie, tratar un ataque de carcoma y retirar en parte, el barniz oxidado.
Una vez montado, se reconstruyeron las hornacinas por parte del ebanista local Jose Manuel González. Instalando una estructura metálica, a modo de riostras, en su reverso y aplicando una capa de protección al conjunto.
Retirada de barnices y hallazgo policromía original:
Reensamble
Hallazgos de policromía en el reverso
Durante el proceso apareció una tabla cuya ornamentación enlaza artística e históricamente con el camarín de la Fuensanta, trazos y dibujos, además de fragmentos de muro que evidencian que la pared se encontraba policromada. Pudiendo fechar el retablo, artísticamente, en la primera mitad del siglo XVIII.
Un intenso trabajo de varios meses en los que el retablo ha recuperado su verticalidad y esplendor e invita a seguir interviniendo, con objeto de recuperar su policromía original en pan de plata. Particularmente es satisfactorio haber recibido este encargo y devolver la dignidad al conjunto. Cuyo trabajo nos habla de la riqueza artística de ese periodo en nuestra ciudad.
Obra concluida: