Con 400 años y un día el Quijote sigue siendo materia atemporal, flexible y visible a cuantos valientes la descubren.
El Quijote es ejemplo y aventura, reflejo y crónica de lo que somos y seremos y el Quijote es ser niño, creer que los molinos son gigantes y que en los caminos aún aguardan andanzas y causas perdidas.
Así Villanueva presenta una exposición donde el Quijote es esencia y así se muestra a los niños y que ha sido montada y narrada por ellos mismos con la ayuda de la palabra de César Bona y la ilustración de Sara Mateos y que estará en El Regio hasta el Lunes 1 de Agosto para ver y ser contada en la suma de 400 años más...